
Ollas a presión: cocina más saludable, rápida y nutritiva
Si todavía no te has atrevido a cocinar con olla exprés o a presión, hoy te explicamos todas las ventajas que aporta y lo fácil que resulta utilizarla. A partir de ahora, le perderás el “respeto” y será tu aliada en la cocina, porque, entre sus muchos beneficios, está que, al reducirse notablemente los tiempos de cocción, ahorra mucho tiempo.
Qué es una olla a presión
Habitualmente, los alimentos se cuecen a la temperatura de ebullición del agua: 100 º C a la presión de una atmósfera. Una olla a presión es una olla que permite cocer a presiones superiores a la atmosférica; es decir, que está diseñada para que la cocción se produzca a una temperatura más alta. Por este motivo, se acortan los tiempos de cocción. Si estás pensando en los peligros de esa presión, don’t panic: ya hace muchos años que la tecnología las perfeccionó para que sean completamente seguras. ¡Ah! Y en una olla a presión, y aunque parezca lo contrario, el agua nunca llega a hervir: lo que se incrementa es la temperatura del agua.
Nosotros te recomendamos las ollas a presión de Bra, que encontrarás en nuestra tienda online, ahora con un 20 % de descuento.

Beneficios de cocinar con olla a presión
- Al cocinar sin oxígeno, los alimentos mantienen intactas sus propiedades: tanto los nutrientes como su color y sabor.
- Tus platos tendrán menos grasas porque los alimentos se cocinan al vapor.
- Cocinarás en tiempo record, ahorrando aproximadamente un tercio del tiempo que utilizarías con otro tipo de olla.
- También ahorrarás energía.
- Podrás cocinar prácticamente de todo, hasta postres.

Arriba, olla a presión Vitesse, de Bra, con dos niveles de funcionamiento para preparar todo tipo de guisos en tiempo record; triple fondo difusor para alcanzar la temperatura óptima de forma más rápida y eficiente, y mango de tijera que permite una fácil y práctica apertura sin renunciar a un innovador diseño. La Vitesse está fabricada en acero inoxidable 18/10 de la más alta calidad y baquelita termo-resistente, que garantizan una gran resistencia al desgaste.
Lo que debes saber para cocinar con una olla a presión
- No abras la olla mientras todavía haya presión.
- No intentes acelerar el enfriamiento de la olla: deja que salga todo el vapor.
- No la llenes completamente de agua, solamente hasta 2/3 de su capacidad, e incluso menos si vas a cocinar alimentos que cogen más volumen o producen espuma.
- No la llenes con menos de ¼ de agua.
- Baja el fuego cuando la olla alcance su punto máximo de presión.
Cómo limpiar la tapa de la olla a presión
Para mantener en perfecto estado la tapa de la olla, se recomienda hacerlo a mano y limpiar detenidamente la válvula de funcionamiento para evitar posibles incrustaciones y acumulaciones de cal o de grasas que pudieran bloquear su funcionamiento. Se recomienda limpiar la tapa de la olla con un detergente que no sea abrasivo. No la introduzcas en el lavavajillas.

En la imagen de arriba tienes el set Dúo Vitesse, formado por dos cuerpos con capacidad para 4 y 7 litros y la tapa.
Te dejamos este enlace a la página web de Bra, donde encontrarás un montón de recetas que se preparan con olla a presión y una pequeña biografía de este invento para una cocina más saludable, rápida y nutritiva.
Breve historia de la olla a presión
La precursora de las actuales ollas a presión fue producto de las investigaciones del físico Denis Papin, quien en 1679 ideó una olla a vapor a la que denominó “Digesteur”. Sin embargo, su invento no trascendió (aunque gracias a sus estudios fue admitido en la prestigiosa Royal Society de Londres). La primera patente de la olla a presión, según uno de los artículos que hemos consultado, data de 1919: se le concedió al zaragozano Jose Alix Martínez. Posteriormente, en 1939, se presenta en la Exposición Mundial de Nueva York la olla Presto, con gran éxito de acogida, y en 1948, se concede otra patente a M. Devedjan por su Cocotte minute. En 1952, George Laverne perfeccionó el sistema (lo adquirió el ejército francés) y un año después, los hermanos Lescure fabrican la Supercocotte SEB, que empieza a comercializarse también en España. Desde entonces, se trabajó en aumentar su presión y mejorar los mecanismos de cierre y seguridad (el sellado, sobre todo). Actualmente, las ollas a presión incorporan un sistema que indica la presión y evacua el oxígeno de su interior. Cuando el sistema indica que ya no hay presión, podemos abrirla con seguridad.
Fuentes: