‘La cuarta fase’, la impactante película del snowboarder Travis Rice

‘La cuarta fase’, la impactante película del snowboarder Travis Rice

Esta semana, Travis Rice, uno de los mejores snows del mundo, se ha convertido en una de las estrellas del Festival de Cine de San Sebastián. ¿El motivo? La presentación (y el impacto) de su película ‘La cuarta fase (The Fourth Phase) en la cuarta edición del Savage Cinema, la sección de deportes del festival.

Vídeo del trailer de la película La cuarta fase, de Travis Rice.

Este deportista del snowboard extremo redefinió los límites de la filmación de los deportes de acción en dos de sus anteriores películas, That’s It That’s All y The Art of Flying. Esta última puede considerarse como la raíz de este nuevo film que se estrenará el próximo 2 de octubre en Red Bull TV.  Ahora, con La cuarta fase, Rice vuelve a “empujar sus propios límites” consiguiendo el mejor de sus saltos: una película rodada en 4K, un sistema de máxima definición de píxeles, en la que ha volcado todo lo que ha aprendido durante su vida; un desafío que ha contado con la producción de Red Bull Media y BrainFarm, magníficos directores de fotografía como Kishi Bashi y la participación de otros riders como Mark  Landvik, Mikkel Bang, Eric Jackson, Pat Moore o Bryan Iguchi.

'La cuarta fase', la impactante película del snowboard Travis Rice

Arriba, una de las imágenes de la película La cuarta fase.

La cuarta fase no solo va dirigida a los amantes del snowboard: es un viaje de 26.000 kilómetros, desde Iguchi (Japón) hasta Alaska, que fascinará a todos los que aman la montaña y la aventura. Y es también la manera de mostrarnos el ciclo y los diferentes estados del agua, incluyendo ese “cuarto estado” que toma justo cuando está a punto de convertirse en nieve. Una aventura por hermosos paisajes, muchos de ellos remotos y vírgenes, con descensos vertiginosos que nos subirán la adrenalina gracias al realismo de las técnicas de filmación que se han utilizado.

El proyecto ha requerido dos años de preproducción: buscar las localizaciones, desarrollar el guión, trabajar la parte creativa de los encuadres, realizar la banda sonora y solventar problemas logísticos como el de trasladar las cámaras a las zonas remotas, ya que algunas tomas han requerido hasta cinco cámaras diferentes y cada una de ellas pesa alrededor de 30 kilos.

No nos extraña que en el Festival de San Sebastián la película dejara a la gradería impactada y que se llevara su ovación. ¡Travis Rice y todo el equipo se lo merecen! ¡Estamos expectantes por ver la película entera!